¿Especialización o universalización?

En el Renacimiento tardío, dice Hauser, encontraremos cada vez menos artistas que practican a la vez varias artes.

Así es que, paradójicamente, mientras que en principio, parecía triunfar el ideal educativo humanista (oumo universale) hacia el quatroccento, la tendencia a la división del trabajo, llega a imponerse incluso en terreno del arte. Al respecto, afirma Cardano (citado por Hauser) que ocuparse de muchas cosas diferentes, mina el prestigio del intelectual.

Pues bien, pasaron unos cuantos siglos de la fascinación renacentista. El debate no parece demasiado posible, porque especialización hoy no solo es moneda frecuente en casi todas las artes y las ciencias sino que además es parte de nuestra manera de comprender el mundo. Así, la especialización es evidente en la industria, en los oficios, en el deporte. Es verdad que la complejidad científica y tecnológica impone la dificultad de poder abarcarlo todo (¡oh terrible tiranía de tiempo!) de modo que parece imposible profundizar simultáneamente en varios planos de la realidad. Pero cuantas veces la consecuencia no deseada, la hiper-especialización desdibuja el contexto y nos lleva a olvidar que la realidad es una sola... por más que pueda (en teoría), dividirse, clasificarse, analizarse y articularse.

Quien mucho abarca poco aprieta, pero no sea cosa que por contemplar el árbol nos perdamos el bosque.

por Graciela Paula Caldeiro