En esta época en donde el cortejo romántico suele estar un poco pasado de moda (al punto que esta historia fue publicada en el diario), la aventura de Patrick Moberg se convirtió en nota de color, ideal para la contratapa de La Nación. En efecto, este jóven inició la busqueda de una chica desconocida, desplegando todos los recursos a su alcance tan solo porque al verla, intuyó era la princesa de sus sueños. Y como querer es poder, al final, la encontró.
Por el momento, la niña declaró que son "solo amigos", pero en mi opinión, la actitud de este muchacho es demoledoramente conmovedora e irresistible. ¿Uds. que creen?