Caballeros del juego hay que ser,
al campo a salir
con fe y con valor.

(Botta-Lomuto) Marcha del deporte

Espíritu olímpico

Se dice que el deporte de alto rendimiento, en realidad, no tiene mucho de saludable. Como es sabido, los deportistas entrenan al límite, asistidos por todo un ejército al servicio de la optimización del rendimiento. Fármacos esquivando refinados controles de dopping, análisis computado de movimientos, indumentaria de altísima tecnología.... Un atleta no se debe ya a su propio esfuerzo (al menos no unicamente), sino al esfuerzo de todo el equipo que tiene delante, a los costados, detrás. Vencer la marca, llegar al límite de lo que puede dar el cuerpo humano, se configura como una meta abstracta, como un experimento en donde la gloria del deportista se desdibuja para asombrar a las masas, imponer una marca, vender más zapatillas.

Es interesante al respecto el traje de baño LZR Pulse lanzado recientemente por Speedo que presenta, según parece, una ventaja competitiva importante:

  • Posee un diseño en tres piezas (frente a las 30 de los trajes de baño standard).

  • Utiliza un tejido liviano y delgado como un papel que repele el agua (reduce la resistencia al agua en un 10% y mejora la toma de aire en un 5%)

  • Las uniones están realizadas por ultrasonido, reemplazando las costuras (reduce la vibración muscular y de la piel mediante una óptima compresión)

Si para medir hombre contra hombre, es necesario utilizar el mismo traje de baño (de eso se trata la controversia olímpica), entonces ¿por qué permitir todas las demás diferencias en la preparación física de los atletas? Si no compiten los hombres sino los equipos y las industrias ¿para qué repartir medallas? ¿o para qué dárselas a los atletas, mejor dicho?

¿Qué ha quedado del espíritu olímpico?

Enlaces

El traje de baño de la discordia

La 'malla' de Speedo reabre la polémica

por Graciela Paula Caldeiro