Plagio, intertextualidad o inspiración: otro Juicio contra Dan Brown

¿Debería José Hernandez hacerle juicio a Borges porque en su cuento “El fin”, propuso un final para el Martín Fierro usando algunos de sus personajes? ¿Goethe debería hacerle juicio a Taylor Hackford por su film “Pactar con el diablo” porque en él, el demonio es un intersante caballero? Los entendidos incluso podrán puntualizar que hasta la obra de Goethe también se inspira en toda una tradición anterior...

Juro por el mismísimo Cervantes que lejos de mí comparar a Borges o a Goethe con Dan Brown. Pero justamente lo hiperbólico de estos ejemplos, dicta en mi opinión que es muy poco probable que existan ideas absolutamente originales en el terreno de la literatura. Creo más bien que el derecho sobre la propiedad intelectual es uno de los derechos más imprecisos y ambiguos que existen. Y simultáneamente, la intertextualidad es un bello recurso de la literatura del que jamás quisiera verme privada.

Reflexiones al margen, parece que el best seller “El código da vinci”, ha despertado la ambición de algunos profesionales de la ley. Primero fueron Michael Baigent y Richard Leigh, que como los memoriosos recordarán, ya Umberto Eco se los tomaba en solfa en “El péndulo de Foucault”. Y aunque la justicia falló a favor de Brown... parece que éstos se vieron beneficiados con algún incremento en las ventas de su olvidada obra. Y ahora... como si no hubiese sido suficiente, surge de la nada un experto ruso, Mijail Anikin, que hace propia la idea de Leonardo como teólogo y la Gioconda como alegoría. Qué curioso.

Mi pregunta es... si les había ocurrido antes... ¿por qué no escribieron ellos el codiciado éxito de éste best seller?

Ver nota de la BBC sobre Anikin

Ver nota de la BBC sobre Baigent y Leigh

por Graciela Paula Caldeiro