Según qué medio uno consulte, o Google libra una dura batalla en el mercado Chino liderado por la empresa local Baidu, o Google habría realizado una alianza estratégica a fines del 2005 con su principal competidora en Baigoo, o el gobierno Chino, potencia sus esfuerzos para que Google no pueda ofrecer los servicios tal como lo hace en el mundo libre, o Google cede ante las presiones censoras gubernamentales chinas, a cambio de abrir sus puertas frente a un mercado potencial estimado en 187 millones de usuarios para los próximos dos años. Como suele suceder, la verdad parece fragmentarse en diferentes perspectivas, en apariencia contradictorias... o no tanto.

En realidad, la pregunta que cabe es pues, si elegir el mal menor es éticamente correcto

Quizá previendo el reproche de sus usuarios, Google argumentó que si bien bloquear los resultados del buscador es inconsistente con la misión de Google, proporcionar ninguna información ... es aún más inconsistente. Aclararon, eso sí, que planean notificar a los usuarios cuando el acceso sea restringido en el caso de determinados términos buscados (Ej: Temas como la independencia de Taiwan o la masacre de la plaza Tiananmen)

¿Es información una información a medias? ¿O el saber que la información está recortada es poner bajo sospecha lo que queda de la información? Curiosa paradoja, diría, digna de Lao Tsé.

por Graciela Paula Caldeiro